Nuestro Nombre

Rosario Vera Peñaloza

Entre las mujeres cuyas actividades abarcaron más de una época de nuestra historia, hay que destacar a Rosario Vera Peñaloza. Nació a fines de 1873 en La Rioja. Se recibió de maestra en su provincia a los 15 años y luego se perfeccionó en Paraná, cuya Escuela Normal era por entonces un lugar de avanzada pedagógica.

Desde 1895 en adelante, ejerció la docencia en Entre Ríos, en La Rioja y en Córdoba. Fue la fundadora de los primeros jardines de infantes del interior del país y en 1912 se hizo cargo de la dirección de la Escuela Normal Nº 1 de la Capital, en la que –además de vérselas con una matrícula que en cinco años pasó de 500 a 1.500 alumnas– comenzó a implementar métodos pedagógicos novedosos que le valieron la cesantía en 1917.

El proyecto en cuestión era la Escuela Argentina Modelo, emprendimiento privado creado en 1918 por Carlos María Biedma, que se benefició así de la dirección pedagógica de Vera Peñaloza, que buscaba incorporar el “aprendizaje práctico” para superar la escuela “exclusivamente intelectualista”.

Durante el gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear volvió a la órbita de la educación pública, como inspectora de enseñanza secundaria, normal y especial, para nuevamente dejarla en 1928, con la segunda presidencia de Yrigoyen.

La actividad de Rosario Vera Peñaloza continuaría, a partir de 1931, como creadora y directora del Museo Argentino para la Escuela Primaria y Kindergarten, del que estuvo al frente, con un cargo ad honorem, hasta 1945 y con el que siguió vinculada hasta su muerte.

El Museo era un instituto de investigación y de formulación de propuestas educativas. Entre ellas, se encuentran las primeras iniciativas para que la escuela tomase en cuenta las expresiones regionales y locales de la cultura, dejando de lado el modelo de “uniformidad” centralista que era la orientación más común entonces.

Una destacada colaboradora de Vera Peñaloza desde los tiempos de la Escuela Modelo fue Rita Latallada de Victoria (1869-1958), discípula de Sara Eccleston (1840-1915), una educadora norteamericana contratada por el gobierno argentino en 1884 para organizar la Escuela Normal de Paraná, donde actualizó los programas de estudio y creó la carrera de maestra jardinera.

Latallada de Victoria se dedicó especialmente a promover la creación de jardines de infantes. Su Asociación Pro Difusión del Kindergarten, creada luego de que se jubiló como docente en 1924, tuvo actuación en Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán.

A su vez, las discípulas de Vera Peñaloza, Latallada y otras pedagogas formadas en la etapa anterior, comenzaron a constituir una nueva generación de normalistas.

Rosarito Vera murió el 28 de mayo de 1950 a los 77 años. En su memoria se conmemora esa fecha como el Día de los jardines de Infantes y el día de la maestra jardinera.

Dijo alguna vez Rosario: “Creo en el Magisterio Argentino y en su obra; a ellos, los maestros, corresponde formar las generaciones capaces de mantener siempre encendida la lámpara votiva que dejaron a nuestro cuidado los que nos dieron Patria para que jamás se apague en el alma Argentina y para que sea el faro que ilumine los senderos”.


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